Después de invertir 7.200 millones de dólares en comprar Nokia (y perder 400 millones más desde entonces), los nuevos planes de Microsoft pasan por despedir a los cerca de 7.800 trabajadores de la división de móviles (incluido Stephen Elop que ya fue despedido hace unas semanas) e ir deshaciéndose de los smartphone Lumia que, pese a todos los esfuerzos, no han logrado meter en el mercado al Windows Phone.
La nueva estrategia de Satya Nadella rompe por completo con las divisiones de Microsoft que más pérdidas generan y las unidades de negocio que menos tienen que ver con el software. Así pues, resulta evidente que fabricar móviles que dan pérdidas debía estar en los primeros puestos de la lista del CEO de Microsoft.
Según publica Microsoft en su blog bajo el título “Microsoft anuncia la reestructuración de su negocio de hardware de teléfonos“, Nadella ha escrito hoy un email a los empleados de Microsoft afirmando que “estamos pasando de una estrategia de hacer crecer un negocio de telefonía a una estrategia para crear y hacer crecer un vibrante ecosistema de Windows, incluyendo nuestra propia familia de dispositivos” puntualizando que a corto plazo tendrán un un catalogo de móviles más enfocado efectivo de cara a reinventarse en el sector de la movilidad de futuro. La traducción de todo esto es que los Lumia basados en Windows Phone tampoco van a pasar una buena temporada y que la compra de Nokia se va a quedar en pérdidas millonarias y un puñado de patentes.
Lo peor es que todo esto ocurre con el lanzamiento de Windows 10 a la vuelta de la esquina. Y ya puesto, otra duda ¿podría Microsoft deshacerse de su preciada videoconsola Xbox? Hay quien apuesta que sí.
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